jueves, 28 de julio de 2011

...Y no importa nada más

y nada más hay que decir ante ésto:

jueves, 14 de julio de 2011

¡No es una leyenda urbana!

¡¡¡LO CONSEGUÍÍÍ!!! :D



Despues de muchos años de rachas frustradas en las que intentaba resolverlo sin éxito, pude por fin hacerlo...y desde ése, que fue el primero, me han quedado ganas de seguir probando, y estoy enganchadísima...¿¡seré masoca!? XD

martes, 31 de agosto de 2010

idiota

Nunca hay suficiente coraza,nunca...

miércoles, 28 de julio de 2010

Querída Marta...

Aléjate de aquí si tienes miedo.
Ya sé que te han hablado mal de mi.
Quién sabe donde voy, de dónde vengo.
Me quita lo "bailao" lo que viví.

Acércate y confía en estas manos
que hoy tocan la guitarra que esculpí.
Tocaron mil canciones mucho antes,
pero ésta que ahora suena es para ti.

Para ti, querida Marta.
Sin as en la manga, yo apuesto por tí.
He puesto boca arriba todas mis cartas,
y sé que las tuyas también están así.
Espero que la partida sea larga.
Victorias dulces, y otras amargas.

Quiero empezar de nuevo desde cero,
con la ventaja de lo que aprendí.
Tener algún secreto y ser sinceros,
la única manera de seguir.

Bebiendo el mismo vino en distintas copas,
tener siempre presente el porvenir.
Y cuando queme el Sol hacerle sombra.
Si tienes sed, ser agua para ti.

Para ti, querida Marta.
Sin as en la manga, yo apuesto por ti.
He puesto boca arriba todas mis cartas,
y sé que las tuyas también están así.
Espero que la partida sea larga.
Victorias dulces y otras amargas.
TONTXU

jueves, 15 de abril de 2010

la canción de la LOGSE

Triste,pero ciertísimo


domingo, 11 de abril de 2010

NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL (Arturo Pérez-Reverte)

Todo el mérito es tuyo; tienes mi palabra de honor. Quizá el botín de tan larga campaña –y lo que te queda todavía– no sea lo dorado y brillante que uno espera cuando la inicia, a los doce o trece años, con los ojos fascinados de quien se dispone a la aventura. Pero es un botín, es tuyo, es lo que hay, y es, te lo aseguro, mucho más de lo que la mayor parte de quienes te rodean obtendrán en su miserable y satisfecha vida. Tú has abordado naves más allá de Orión, recuerda. Tienes la mirada de los cien metros, esa que siempre te hará diferente hasta el final. Fuiste, vas, irás, esos cien metros más lejos que los otros; y durante la carrera, hasta que suene el disparo que le ponga fin, habrás sido tú y habrás sido libre, en vez de quedarte de rodillas, cómoda y estúpida, aguardando.

Ahora sabes que todo merece la pena. La larga travesía por ese mundo de méritos numéricos y ausencia de reconocimiento, donde te viste obligada a arrastrar contigo al niño de papá, al tonto del haba, al inútil carne de matadero, con tal de llevar a buen término el trabajo para el que te bastabas en solitario. Has crecido y sabes que las oportunidades no estaban en los otros, sino en ti. Que no había nada malo en aquella chica tímida que se llevaba libros a las horas libres de tutoría; que buscaba la mirada de los profesores inteligentes, no para hacerles la pelota, sino por sentirse cómplice y no estar sola. La jovencita que sobrecargaba la mochila con El guardián entre el centeno o El señor de los anillos, que en la excursión del cole a Madrid prefería ver el Planetario, el Prado o el Reina Sofía a dejarse la garganta en el parque de atracciones. Que se enfrentaba a la hostilidad de compañeros cretinos porque era la única que había leído las Sonatas de Valle-Inclán o sabía quién era Wilkie Collins. Ahora que miras hacia atrás con madurez, comprendes que cada vez que alguien ninguneó tu forma de ser, te insultó, te miró por encima del hombro, no hizo sino precipitar tu aprendizaje y tu lucidez. Tu certeza de ser mejor, más despierta y diferente.

Mírate ahora. Qué lejos estás de tanto borrego y tanto buey. Entras en la edad adulta sin que nadie pueda imponerte una sonrisa falsa cuando el mundo y su estupidez, su envidia, su mezquindad, te hagan fruncir el ceño. Ahora tienes la certeza de que no te equivocaste, y de que la niña callada en el banco del fondo puede ser vengada por la mujer que hoy la recuerda. Sabes ya que puedes ser feliz a tu manera y no a la de otros, con tus libros, con tus películas, con tu familia, con esos amigos que no sabes cuánto tiempo van a durar y por eso aprecias tanto, con la mirada serena que ahora posas a tu alrededor, en la calle, en el trabajo, en la vida. En la muerte. Ahora sabes que la virtud, en el más hondo sentido de la palabra, está en ese aguante de tantos años, cuando cerca estuvieron de convertirte en otra. Comprendes al fin que los malos profesores son un accidente sin demasiada importancia, pues eres tú quien aprende; y la vida, incluso con sus insultos, con sus malvados, con sus tragedias, con sus reglas implacables, la que te enseña. Nadie dijo que fuera fácil.

El otro día fuiste a ver Salvador y saliste del cine asombrada, llorando. No por la película, ni por la suerte del protagonista, sino por la certeza de que los ideales de aquel muchacho ya no tienen sentido, porque ninguno los sustituye ahora, porque la gente de tu edad se divide en dos grandes grupos: una minoría de analfabetos desorientados, pasto de demagogia barata en manos de políticos sin escrúpulos, y una masa inerte cuya única aspiración es salir en Gran Hermano o ponerse hasta arriba el sábado por la noche; jóvenes con garganta y sin nada que gritar, que se irían por la pata abajo puestos en la piel de Salvador Puig Antich, o a los que, viendo El crimen de Cuenca, la sola visión del garrote vil haría cerrar los ojos con escalofríos en la nuca. Pero tus lágrimas, amiga, demuestran que tienes razón. Que no te equivocaste al amar al conde de Montecristo y al Gabriel Araceli de Galdós, al buscar el secreto genial de un soneto de Borges o Quevedo, al transitar, jugándotela, por los senderos sin carteles luminosos en los pasillos oscuros de la Historia. Al hacer de cada esfuerzo, de cada miedo, de cada desengaño, de cada ilusión y de cada libro, un martillo con el que picar los muros espesos que te rodean.

Y si algún día tienes hijos, intenta que sean como tú. Como esos tipos flacos de los que hablaba Julio César, a la manera de Casio: gente de dormir inquieto, peligrosa y viva. La que quita el sueño a los apoltronados y a los imbéciles.

jueves, 11 de marzo de 2010

¡No te montes películas!

Aprovechando la pasada ceremonia de entrega de los Oscars vamos a hacer un pequeño resumen en apenas una frase de algunas películas que marcaron época:


Depredador: Cazador furtivo del espacio mata comunistas y casi a culturistas que serán futuros gobernadores.

Star Wars: Independentistas del espacio y budistas con espadas fosforito destruyen el orden establecido.

Robocop: Policía triste es transformado en Robot deprimido para combatir el mal.

Top Gun: Pilotos en celo no están por lo que tienen que estar y se matan en clase, los tontolabas.

Salvar al Soldado Ryan: Familia numerosa poco previsora deja de serlo.

Parque Jurásico: Niños que deberían ser devorados vivos por un tiranosaurio no lo son para desgracia del sufrido espectador (y el dinosaurio se queda con hambre, el pobre).

Matrix: Hackers vagabundos reniegan de Internet y se drogan con pastillas que les hacen saber kung-fu.

Indiana Jones y el templo maldito: Saqueador titulado abusa de indios hambrientos.
La historia interminable: Niño vuela en serpiente peluda y amistosa.

Flash Gordon: 'Chulopiscinas' mata a emperador chino del espacio.

Los Goonies: Niños gritones destruyen yacimiento arqueológico.

Gladiador: Viudo encabronado reclama su pensión al estado.

Los Cazafantasmas: Agrupación de frikis vírgenes monta una empresa de limpieza de plagas.

El Quinto Elemento: Taxista incívico secuestra a peliroja autista.

E.T.: Monstruo del espacio con 'pocas luces' (menos en el dedo, que ese brilla que alucinas) pone triste a una familia.
Conan el Bárbaro: Campesino fuerte con más tetas que Pamela Anderson mata magos y serpientes.

Cocodrilo Dundee: Guía de turismo rural se hace el interesante con chica de ciudad.

Alien: Soldados con muchas armas tienen claustrofobia.

El Señor de los Anillos: Mago toxicómano (que está todo el día fumao, el colega) no acepta su jubilación y se agencia una pandilla de frikis para hacer un viaje que ríete tú de los del Imserso.

La Chaqueta Metálica: Retrasado muere en la mili y sus amigos en Vietnam.

Lady Halcón: Lobo quiere beneficiarse a halcón (¿alegoría del amor entre razas o zoofilia?).

Dentro del Laberinto: Chica con pesadillas se cae en todos los agujeros.

Loca Academia de Policía: Funcionarios incompetentes ponen multas, negro hace ruidos con la boca.

Toy Story: Vaquero de peluche tiene celos de astronauta, también quiere que le inserten unas pilas por detrás.